Soy apasionada por la cocina pero no me gustan los platos que tengo que estar vigilando constantemente. Cuando cocino en mi casa suelo tratar de hacer cosas en la olla de cocimiento lento durante la noche o bien hacer cosas que sé que puedo dejar solas en el horno o en la cocina por media hora, llegar, revisar sazón, cocción y decir “listo está servido”. Basándonos en esto podemos decir que como bastantes guisos y estofados.

Es tan fácil. Alguno irá a pensar “booo guisos” pero es todo lo contrario. El curry cuenta como un guiso. El coq au vain es un estofado. Los dos son buenísimos y no son aburridos. Sí requieren tiempo, pero si se planea bien es tiempo que podemos aprovechar en otras cosas mientras la olla está ahí sola haciendo su magia.

Tiempo + condimentos (vegetales x  proteína) = SABOR.

Esta costilla cumple con lo que promete. Se hace básicamente sola y el resultado se puede usar de relleno en empanaditas o pastelitos de yuca, como salsa para pastas, para acompañar un arroz arreglado o un puré de papas con bastante queso parmesano.

El hinojo juega un rol esencial acá así que recomiendo no sustituirlo. Lo que sí se puede sustituir es la costilla de cerdo; en su lugar se podría usar pecho de res o bien osobuco.

Lo importante acá es no tratar de hacerla en menos de 2 horas ya que esto es lo que va  asegurar que esté suave, jugosa, que se separe fácilmente de los huesos y que haya absorbido todo el sabor anisado del hinojo y el aroma del vino.

Si prefieren pueden hacerla en la olla de cocimiento lento. Se sellan de igual forma las costillas y se ponen en la olla. Luego se les pone encima las verduras y los líquidos y se cocina en temperatura baja durante 8 horas.