Me recuerdo que la primera vez que probé el mole poblano fue cuando tenía 12 o 13 años. Me habían llevado a comer a la casa de una familia mexicana que servía cenas tradicionales en su casa.

No era un restaurante ni nada por el estilo; servían comida pero había que hacer una reservación y ellos preparaban platos más tradicionales y diferentes a lo que se estaba acostumbrado comer en un restaurante.

Cuando me describieron el mole me pareció extraño y repugnante. Yo estaba ahí sentada pensando “que asco esta salsa tiene chocolate” ya que alguien en la mesa pidió pollo al mole.

Al llegar el plato a la mesa me pareció un poco más intrigante y decidí probar un poco. Solo puedo decir que apenas tocó mi lengua fue algo totalmente diferente a cualquier cosa que hubiera comido hasta ese momento en mi vida. Esa vez me impresionó su textura cremosa, su aroma y su sabor ligeramente picante, amargo y  ahumado.

El hecho que lleve chocolate nos hace pensar que va a ser dulce o extraño, pero se usa cacao en polvo o bien un chocolate semi amargo de mínimo 70% cacao para prepararlo.  El pollo es el acompañante por excelencia y se pueden servir piezas de pollo bañadas en salsa o hacer enmoladas como les voy a enseñar hoy.

Los moles de México

La palabra mole viene del Nahuatl mōlli que significa salsa. En México varían de región a región y por los ingredientes utilizados pero por lo general se trata de salsas hechas a partir de alguna fruta, tipos diferentes de chiles, algún tipo de nuez y especias.

Hay alrededor de 50 tipos diferentes pero entre las variedades de más consumo en México encontramos: mole blanco, mole de queso, mole amarillo, mole poblano, mole oaxaqueño, mole almendrado, mole de olla, mole prieto, mole negro, pipián verde y rojo.

El mole que hacían las culturas precolombinas era menos complejo y fue hasta después de la colonia que se volvió un plato con una lista larga de componentes ya que había más fácil acceso a ingredientes de diferentes partes de América, Europa, Asia y África.

Todos los moles tienen una base de chile donde se usan chile guajillo, pasilla, ancho, mulato o chipotle. Otros ingredientes tradicionales son la pimienta negra, achiote, comino, clavos, anís, tomate, tomatillo, ajo, ajonjolí, frutas secas, chocolate, nueces y tortillas.

El mole poblano tiene un promedio de 20 ingredientes, el almendrado 26 y los moles de Oaxaca 30. Tradicionalmente se trata de un proceso largo de varios días y que se hace en ocasiones especiales.

Yo estaba antojada de comer mole hoy y honestamente no tengo acceso a muchos de los chiles tradicionales y no tengo el tiempo para estar vigilando la salsa y asegurarme que no se pegue al fondo de la olla.

Existen moles ya preparados pero la pura verdad siento que este me quedó mucho más rico y los ingredientes son cosas que puede ser hasta ya tengan en sus cocinas.

El mole lo pueden hacer y refrigerar por hasta 1 semana. Si lo quieren congelar pueden hacerlo y se mantiene perfectamente por hasta un año.

Si desean hacer esta receta vegetariana pueden usar caldo de hongos en lugar del caldo de pollo y para hacer las enmoladas las pueden rellenar con queso o huevos.