Si hay algo que me gusta de vivir en Latinoamérica es la gran variedad de cosas ricas que hay para acompañar una buena taza de café. Al ser el café una parte tan importante de la historia de muchos de los países de la región muchas comidas y bocadillos tradicionales se han adaptado para ser más compatibles con el sabor de esta bebida.

Es solamente una teoría que yo tengo pero es que lo veo más que nada reflejado en los productos de maíz. Suelen haber combinaciones dulces-saladas que balancean perfectamente el amargo y el ácido del café. Los sabores lácteos juegan con el aroma del mismo y  hacen que casi siempre pidamos cosas para el café que contienen queso o natilla en cantidades copiosas.

Yo no soy tan cafetera así como de todas las tarde sentarme a tomar café sin falta junto con algún snack. Pero de vez en cuando si me gusta hacer algo especial para comer específicamente con una taza de café recién hecho. Ya sea algo salado y quesoso como estos muffins que preparé para el día de hoy o uno de mis postres miembros del CPAC (Club de Postres Amigos de Café).

Estos muffins de masa tienen una textura súper suave y esponjosa y a pesar de tener cebolla, queso cheddar tocino también llevan un poco de azúcar para dar un toque dulcete muy particular.

Están inspirados en el cornbread de Estados Unidos, ese clásico de la cocina sureña que se hace con mucha mantequilla y que es esencial para acompañar ciertas sopas y estofados.

Acompañar un tazón de frijoles blancos con costilla con estos pancitos estaría genial así como también una sopa de espinaca. A mí me gusta comerlos a veces para el desayuno junto con huevos fritos o revueltos. En las tardes son geniales tostaditos y mientras todavía están calientes y humeantes me gusta ponerles mantequilla y ver como se derrite y penetra la superficie.

También, si son como yo y les da pereza a veces cocinar en la noche, pueden partirlos por la mitad y usarlos para comer con más queso o hacer pequeños mini sándwiches con jamón, lechuga, tomate y un poquito de mostaza.

Pueden perfectamente también variar el queso y pueden usar parmesano, feta o queso de cabra para darles un toque diferente. En lugar del tocino pueden usar tomate seco, hongos cocidos y picados, salami o pepperoni. Y si no les gusta la cebolla pueden colocarles cebollín, albahaca u orégano.

Como la mayoría de mis recetas éstos amigos se pueden congelar y siempre tener a mano en el refrigerador. Simplemente los sacan y meten al hornito tostador durante un par de minutos para así comerlos como si estuvieran saliendo fresquitos y recién hechos.