Pollo glaseado con miel y cerveza
Junio 08 / 2021Yo sé que ya la vez pasada habíamos experimentado un poco con este tema de la cerveza cuando hicimos el arroz con pollo (receta acá: https://ñomi.com/posts/arroz-con-pollo-y-cerveza). Pero déjenme decirles que esta vez estuve investigando un poco más y de hecho me encontré un montón de recetas más con las que quiero jugar y hacer pruebas.
Hay tantas variedades de cerveza que resulta un poco como el vino y debemos escoger tomando un par de factores en cuenta. Además al parecer hay ciertos beneficios de consumir y cocinar con ella ya que contiene magnesio, potasio, fibra insoluble, vitaminas B6, B12, niacina y ácido fólico.
He aprendido bastante acerca de cómo cocinar con este ingrediente leyendo por aquí y por allá, así que hoy les voy a dar los mejores tips para saber cómo utilizar a nuestro favor los diferentes tipos de cerveza que hay.
Primero, siempre deberíamos de usar una cerveza que nos guste ya que la comida va a absorber esos sabores. Por ejemplo yo no soporto las IPAs así que Ciao no las quiero ver en mi cocina. Como regla general las cervezas más claras juegan bien con vegetales además de carnes como pollo, pescado y mariscos; mientras que las oscuras nos sirven más para hacer platos con cerdo, pavo o res. Sabiendo esto creo que pueden escoger una de su gusto con más confianza.
Segundo, tengan en cuenta que durante la cocción la cerveza se reduce así que su sabor amargo va a volverse un poco más prominente. Por eso hay que tener en cuenta el contenido de alcohol de la que vayamos a escoger. El nivel de amargo también se va a ver afectado por otros dos factores: si la cerveza contiene mucho lúpulo y la cantidad que le agreguemos en total al plato. A veces es mejor ir agregando a poquitos y probando que después terminar con un estofado incomible.
Hay ciertos sabores ácidos que juegan muy bien con ciertas cervezas. Principalmente con las Pilseners o Pale Ales. Si están haciendo una salsa que contenga vinagre, limón, naranjas, tomates o mostaza, ésta se puede beneficiar de un chorrito o dos de cerveza.
El cerdo y la res se benefician mucho de dejarlas reposar en un marinado que contenga cerveza oscura tipo Stout. Aparte de aportar un sabor tostado y complejo a las carnes también ayuda a tenderizarlas y a mantenerlas jugosas durante su cocción.
La mayoría de cervezas se pueden utilizar en panes y productos horneados ya que aportan sabor y volumen. Las claras las podemos usar en panes, biscuits, masas para pies o quiches; mientras que las oscuras combinan muy bien con el chocolate y las podemos adicionar a brownies, queques y galletas.
También las podemos usar para hacer coberturas para frituras tipo tempura ya que aporta al producto final una textura crujiente incomparable.
¿Qué les parece? ¿Se animan a intentar jugar un poco más con las cervezas en la cocina? Para que vayan empezando y vean el potencial de utilizarlas les dejo por acá esta receta de pollo glaseado con cerveza y miel. Con dos tiempos de reducción el pollo queda súper jugoso y la salsa que resulta es dulce y aromática. ¡Juro que se la quiero poner a todo!
Pollo glaseado con miel y cerveza
Receta para 2 personas
Tiempo de preparación: 60 minutos
Dificultad:
Ingredientes
4 caderas de pollo o muslos deshuesados con piel
1 cdta de aceite de oliva
1 cebolla morada mediana cortada en plumas muy finas
1 dientes de ajo grande en rebanadas
2 ramitas de romero fresco
2 hojas de laurel
¾ de taza de jugo de manzana
1 taza de cerveza (Pilsener preferiblemente)
3 Cdas de miel de abeja
Sal y Pimienta al gusto
Procedimiento
Ponemos un sartén mediano a calentar a fuego medio alto. Mientras calienta le ponemos sal y pimienta al pollo por toda la superficie.
Cuando ya el sartén esté bien caliente agregamos el aceite de oliva y colocamos las piezas de pollo con el lado de la piel hacia abajo. Dejamos que tome color.
Cuando se vea dorado le damos vuelta y dejamos que dore igual por el otro lado. Retiramos del fuego y reservamos. No importa que no esté totalmente cocido ya que luego lo vamos a volver a poner en el sartén.
En esa misma grasa que soltó el pollo vamos a sofreír la cebolla, el romero, las hojas de laurel y el ajo. Dejamos que la cebolla se ponga semitransparente y entonces agregamos el jugo de manzana.
Con una cuchara de madera raspamos bien el fondo del sartén para despegar todo lo del fondo y dejamos que hierva fuertemente hasta que se reduzca casi por completo y la cebolla se vea suave y tierna.
En este punto volvemos a colocar las piezas de pollo en el sartén, esta vez con la piel dorada hacia arriba. Agregamos entonces la cerveza y las 3 Cdas de miel.
Bajamos el calor a fuego medio y tapamos ligeramente el sartén. Vamos a dejar que el pollo se cueza en la cerveza durante 30 minutos.
Pasados los 30 minutos retiramos el pollo y subimos el calor a fuego alto para reducir el líquido que haya quedado en el sartén.
Cuando el líquido se vea espeso está listo. Servimos el pollo y colocamos una porción generosa de salsa encima de cada pieza.