Queque de zanahoria y piña
Noviembre 05 / 2020
El queque de zanahoria es de esos clásicos que siempre van perfectamente acompañados de una taza de café. En ese mismo club están el queque de banano y el pie de manzana. Ughh ya me antojé…
Lo bueno del queque de zanahoria es que se puede hacer con cosas que siempre tenemos a mano. Si queremos le podemos poner piña, coco o pasas. Nueces pueden ser las que tengamos. Yo en este caso usé semillas de girasol y quedó muy bien.
Un bonus curioso fue que al salir del horno me dí cuenta que las semillas de girasol dejan manchitas verdes en el queque lo cual me pareció que se veía bonito.
Si tienen queso crema y mantequilla excelente, pueden hacer el lustre y les va a salir perfecto. Pero si no tienen o si bien no les gustan tanto los queques decorados pueden simplemente hacerlo y luego espolvorearlo con un poquito de azúcar en polvo que igual queda riquísimo.
Para que siempre les quede excelente les voy a dar un par de tips para el queque de zanahoria perfecto:
Siempre usen zanahorias delgadas y un poco más pequeñas ya que éstas tienden a ser más jugosas y más dulces.
Siempre rallen ustedes mism@s la zanahoria. La del supermercado que ya está rallada siempre está seca y sin sabor. También traten de rallarla chiquita ya que los trozos muy grandes pueden llegar a quedar crudos y arruinar la textura del pastel.
Si pueden dejen reposar este queque de un día para otro en el refrigerador. Esto hace que tanto la textura como los sabores sean mejores.
Si van a agregar nueces, almendras fileteadas o coco les recomiendo primero tostarlos un poco ya que esto va a intensificar el sabor.
Sólo dos capas es suficiente cuando hablamos de queque de zanahoria. La textura húmeda, las nueces y la fruta que contienen hacen que sacar capas sea difícil y se vuelva un desastre.
Para este tipo de lustre jamás se les ocurra rellenar y tapizar el queque cuando las capas todavía estén tibias. Yo he sido culpable de esto por desesperada y calcular mal el tiempo y siempre falla. El lustre se empieza a derretir, nada sale bien, hay gritos, llanto y caos total.
Recuerden que parte del encanto del queque de zanahoria es su aspecto rústico.
No se frustren si sienten que no les está quedando perfecto. Lo que si no les perdono es que no lo acompañen con una tacita de café.
Queque de zanahoria y piña
Receta para 8 personas
Tiempo de preparación: 90 minutos
Dificultad:
Ingredientes
Para el queque:
½ taza de piña picada en trozos pequeños
2 tazas de zanahoria rallada
1 Cda de jengibre fresco rallado
¼ taza de semillas de girasol
2 ¾ tazas de harina multipropósito
1 cdta de canela en polvo
¼ cdta de clavo de olor en polvo
2 cdtas de polvo de hornear
1 cdta de bicarbonato de sodio
½ cdta de sal
4 huevos
1 ½ taza de azúcar
1 taza de aceite vegetal
Para el lustre:
2 barras de mantequilla sin sal
450 gr de queso crema
½ taza de azúcar en polvo
2 cdtas de vainilla
*opcional: 4 Cdas de Amaretto
Procedimiento
Engrasamos y enharinamos dos moldes para queque redondos de 25 cm de diámetro.
Ponemos a precalentar el horno a 350ºF (180ºC).
En un tazón cernimos juntos la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato, la canela, el clavo y la sal.
En otro tazón vamos a mezclar los huevos con el azúcar durante un par de minutos hasta que el azúcar se haya disuelto un poco.
Agregamos el aceite y el jengibre rallado y los incorporamos bien.
Sobre esta mezcla de líquidos vamos a ir agregando y mezclando poco a poco los secos que ya teníamos cernidos.
Mezclamos suavemente hasta incorporar y asegurarnos de que no haya ningún grumo.
Agregamos entonces la zanahoria, la piña y las semillas de girasol y mezclamos bien.
Repartimos la mezcla entre los dos moldes y horneamos durante 45-55 minutos o hasta que al insertar un palito en el centro éste salga limpio. Los dejamos enfriar 20 minutos y luego desmoldamos para terminar de enfriar los queques sobre una rejilla.
Para hacer el lustre dejamos que la mantequilla llegue a temperatura ambiente y esté bien suave.
Una vez suave agregamos a un tazón la mantequilla junto con el queso crema y batimos hasta cremar. Debe verse cremoso y esponjoso.
Agregamos el azúcar en polvo cernida y batimos hasta incorporarla.
Mezclamos entonces la vainilla y el amaretto.
Una vez fríos los queques rellenamos y decoramos a nuestro gusto.