Tengo un problema de adicción a las galletas y es por eso que en mi casa nunca compramos. Pensamos en el bienestar de mi páncreas ya que si hubiera galletas en la casa cenaría eso con leche casi todos los días.

Les voy a confesar algo. Amo viajar pero detesto la experiencia de viajar en avión. O sea sí, lo confieso, sentir que voy a gran velocidad en una lata de sardinas voladora me pone un poco nerviosa pero todo en general me parece terrible. .

El ir toda apretada a los costados de los asientos, no tener espacio para estirar las piernas, el baño microscópico, el aire de la cabina que siempre me reseca la nariz y a veces me sangra…

Pero la mejor parte (aparte de ver como el avioncito en el mapa ya va por la mitad del viaje) es cuando traen el carrito con café y galletas. Soy una mujer fácil de complacer.

Muchas veces dan galletas Biscoff y esas son las mejores galletas para tomar con té o café. Hace mucho que no viajo y menos ahora dada la situación con la pandemia así que decidí hacer mis propias Biscoff en casa.

Biscoff es la marca pero lo que son en realidad es speculoos. Speculoos es un tipo de galleta tradicional europea y son particularmente populares en Bélgica, Holanda y Alemania. Son galletas tostaditas, porosas y tienen un sabor especiado.

Se hacen con mantequilla y una mezcla de especias que por lo general incluye canela, nuez moscada, cardamomo, clavo y pimienta. Las especias pueden variar un poco entre regiones ya que algunas veces también le adicionan jengibre.

Tradicionalmente se hacen para regalar en el día de San Nicolás (el 5 de diciembre) entonces algunas veces se relacionan más con la época navideña. Pero gracias a marcas como Lotus o Biscoff se ha vuelto una galleta muy popular en todo el mundo.

Con esta receta les van a quedar delgaditas y crujientes. Son perfectas para sumergir en café o té o bien si se sienten muy golosxs pueden hacer como yo hice y colocarles un poquito de dulce de leche, nutella o mantequilla de almendras encima.