¡Gravlax! No sé porqué es del tipo de palabra que me gusta decir, simplemente sale y se siente muy natural: GRAVLAX.

¿Pero qué es el gravlax?

Se trata de pescado curado, es decir no está cocido sino más bien semi deshidratado. Hoy en día se puede preparar con salmón o con trucha y se suele preparar usando solo sal, azúcar y eneldo.

Alguna gente utiliza licores como vodka o ginebra, o bien vegetales como la remolacha; pero con sólo esos 3 ingredientes básicos vamos a tener un pescado curado bastante delicioso.

Tanto la sal como el azúcar son ingredientes higroscópicos (es decir que absorben humedad) así que cuando se cubre el pescado con ellos y se deja reposar lo que van a hacer es ir lentamente sacando el agua del filete.

El resultado va a ser un pescado que se siente firme y salado pero que a pesar de no estar cocinado puede aguantar varias semanas simplemente manteniéndolo en refrigeración.

Este método de preservación es clásico y se aplica de otras maneras a otros tipos de alimentos. La refrigeración es una bendición y maravilla moderna que obviamente no siempre estuvo disponible y la gente tenía que ingeniárselas para que la comida no se descompusiera.

El gravlax es de origen escandinavo, particularmente del norte de Suecia.

Gravlax significa “salmón enterrado” y ese era básicamente el proceso que se le daba.

Cuando se empezó hacer por ahí del siglo 14 se enterraba en la arena el pescado y se cubría con una mezcla de agua, hierbas, la sangre del mismo pez y corteza de abedul. YUM :/.

Este pescado no era tanto curado sino más bien fermentado ya que en ese entonces la sal era muy cara.

Con el pasar del tiempo el uso de la sal se abarató y se empezó a usar con más frecuencia. Culturas como la del norte de Noruega agregaron a la receta ciertos licores, miel y el famoso eneldo con el que se le relaciona.

Esta receta es facílisima y es del tipo de cosa que impresiona y que nadie cree que hicimos nosotrxs mismxs.

Increíble en sándwiches, ensaladas, con bagels y queso crema, en omelettes o con huevos y salsa benedictina.

Si les gusta hacer brunch de Domingo sé que de fijo esta receta les va a encantar.